[Motörhead – I ain’t no nice guy (unplugged)]
Hace unos días hablaba de esto, pero, para mi sorpresa, no ha generado nada de polémica, por lo menos aquí en España, y me parece necesario repetir lo mismo, por lo menos hasta que llegue a alguien. En los EE.UU. ha estado habiendo estos días pasados una fuerte polémica por la reforma (o algo similar) por parte de la Oficina del Copyright de la ley que lo regula, la DMCA, la “Digital Milenium Copyright Act”, la “ley de internet” de los EE.UU., aprobada en 1998. Esta ley fue compuesta en un momento en que internet era todavía joven, y no se conocían ni se preveían sus posibilidades en torno a la creación de contenido (en particular, se protesta desde Youtube, entre otras páginas similares). La DMCA protege cualquier contenido original que supere el copyright del «visionado doméstico» ese que advertían antes todas las cintas de video de cine (por lo menos las películas infantiles): es decir, arremete contra todo contenido que haga uso de material de terceros que supere ese «uso domético» que se supone cuando alguien adquiere algo, lo cual, en internet, actualmente es todo. Toda esta polémica se debe, básicamente, a los continuos ataques de las grandes empresas a los creadores sobre todo en Youtube que se valen del Fair Use para sus contenidos. En términos generales, el Fair Use, que se puede traducir como “uso legítimo”, es la posibilidad de usar contenidos de terceros (películas, libros, productos en general cuya “propiedad intelectual” es de otro) sin ánimo de lucro (“exclusivo”, diría yo, con unos objetivos concretos) sobre el contenido específico. Es decir, es usar ciertos contenidos para hacer una crítica sobre ellos, usarlos como ejemplo, usarlos como base para un contenido original propio, etc. En resumen, Fair Use es, por ejemplo, lo que hace un crítico de cine cuando “usa” una escena de una película para ilustrar su crítica o lo que hace un escritor cuando cita a otro autor. ¡O incluso lo que hace un profesor cuando pone una película en clase! La DMCA da carta blanca a las grandes empresas a reclamar cualquier tipo de vulneración de sus derechos de propiedad intelectual como consideren oportuno, pasándose por el forro el Fair Use. Personalidades como Doug Walker (a.k.a. Nostalgia Critic) han sido muy activos en esta campaña (con este video) en apoyo a “Fight for the Future”, un colectivo que lucha por las libertades en Internet.
El caso es que todo va a peor (o irá a peor) por culpa del TTIP. Quiero compartir unos fragmentos de un mensaje envíado (que he traducido yo mismo, así que disculpad los posibles errores) por este colectivo a los que apoyamos su campaña contra la DMCA:
>>¡Wow! En cosa de días tú y cerca de 100.000 personas más se han dirigido a la U.S. Copyright Office sobre la urgencia de un mejor Fair Use y la protección de la libertad de expresión en la DMCA. ¡Es asombroso!
Pero pensamos que querrías saber que hay otro peligro que se avecina que haría la censura on-line incluso peor, y que hace casi imposible arreglar los problemas con la DMCA.
>>Se llama el Trans-Pacific Partnership (TPP)[En España y Europa se la conoce como TTIP, Transatlantic Trade and Investment Partnership.]. Es un acuerdo global masivo que se estaba negociando en completo secreto, y que contiene un capítulo sobre Propiedad Intelectual que exporta lo peor de la política de copyright estadounidense a otros países sin exigir protección para el Fair Use [la cursiva es mía]. Esto significa más takedowns(“ataques”) para bloggers, youtubers, y creadores en todo el mundo, con incluso menos capacidad para apelar o restaurar contenido legítimo.
>>El TPP esencialmente bloquearía en la DMCA tal y como es ahora haciéndose parte del derecho internacional, lo cual lo haría básicamente imposible cualquier reforma o mejora [Esto es así porque sería un «tratado internacional»: ya no dependería su reforma o derogación de una iniciativa legal estatal, sino que tendrían que ponerse de acuerdo todos los países firmantes del TTP, lo cual, teniendo en cuenta los intereses comerciales subyacentes, se hace difícil en la situación presente.] .El Congreso espero votar para ratificar el TPP en los próximos meses. Nuestra mejor oportunidad de pararlo es si ellos escuchan a toneladas de usuarios de internet como tú.
>>Cuando los usuarios de internet se movilicen, sabemos que podemos lograr cosas asombrosas. ¿Recuerdas cuando paramos la SOPA? [«Stop Online Piracy Act», proyecto de ley estadounidense que no llegó a aprobarse, que ponía en serio peligro las libertades en internet, que quedaban a discreción de empresas (en referencia a contenidos) y del ejecutivo (que actuaría penalmente en base a las reclamaciones de las empresas).] Fue una ley draconiana que derribaría webs enteras. Todo el mundo esperaba que se aprobara, pero Internet se levantó y la derrotamos.Ahora es momento de hacer un cambio positivo, y arreglar nuestro roto sistema de copyright para que no sea tan fácil abusar de una censura permitida y tirar contenido legítimo de internet.Antes de que lanzáramos la campaña TakedownAbuse.org la Oficina del Copyright sólo había recibido 80 (sí, ¡ochenta!) comentarios sobre este tema, la mayoría de “lobistas” (ref. “Lobby”) de Hollywood y gigantes sellos discográficos corporativos, quienes están más que contentos de pisotear el Fair Use y la libertad de expresión con el objetivo de proteger sus beneficios.
Yo he firmado en contra de la DMCA porque considero que, aunque la legislación de los EE.UU. no me afecte directamente, sí que me afecta, pues la coerción de libertades en un Estado influido fuertemente por la globalización económica tarde o temprano te llega. Aunque de hecho sí que «me afecta» ya como consumidor: plataformas como Youtube se rigen actualmente por la DMCA, y los creadores de contenidos en esta plataforma, aunque sean españoles, o franceses, o de cualquier país que no sean los EE.UU., están sujetos a una ley bajo la cual la legalidad vigente en su país no les ampara. Son juzgados, en caso de algún problema, mediante leyes extranjeras. Y esto es un atentado contra la soberanía. El TTIP lo que va a hacer es legalizar mediante un tratado internacional esta situación. Aquí tenemos gente luchando contra él, donde destacan las voces de Marina Albiol en el Parlamento Europeo y de toda IU-UP. Y con todo esto, parece que no nos damos cuenta de lo que puede suponer. Nos va a llegar la censura CORPORATIVA, que no gubernamental (bueno, con apoyo gubernamental), en internet, y es que ya no vamos a tener que tener miedo de cagarnos en el Rey o en la policía por la “Ley Mordaza”. Es que cualquier “uso” en internet de un contenido de terceros puede acarrearnos problemas. Y pienso como investigador: “¿y si a las editoriales o a los autores se les ocurre reclamarte derechos por citarlos en un trabajo académico?” Puede ser una locura. Y no lo sabemos, y no hacemos nada. Y no entiendo cómo quien lo sabe no se arranca los pelos por una situación que puede suponer un cambio importante en internet, que hasta ahora se ha constituido como un nuevo espacio libre con posibilidades infinitas (a pesar de su también amplia mediación ideológica que reproduce mecanismos opresores y nos convierte en objetos, pero este es otro tema).
Recomiendo estar al tanto de este problema, el TTIP, tanto por los medios nacionales como internacionales. Echadle un vistazo a FightTheTPP.