La responsabilidad política (IV): Responsabilidad histórica

[C.C.R. – Born on the Bayou]

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Utopía, progreso, o revolución. Romper cadenas.

De todas las formas de responsabilidad política que puedan pensarse, tal vez la concebida como «responsabilidad histórica» es la más peliaguda, pues entra en conflicto con toda responsabilidad presente, secular, temporal, en una sociedad política concreta. La responsabilidad histórica se formula como la responsabilidad en el momento presente de todas las acciones pasadas y futuras que afecten a un determinado grupo político. Es decir, hacerse cargo de la Historia de la comunidad política y de sus actuaciones en el pasado y comprometerse con llevar estas acciones hacia un lugar determinado. Esta idea es equiparable a la idea de «destino histórico» (o el famoso «destino manifiesto» gringo). Destino histórico es la idea de que un pueblo, un movimiento político, o lo que sea, ha sido elegido o está predestinado a realizar algo en el mundo. Al igual que los judíos son el pueblo elegido de Dios, otras comunidades políticas se pueden considerar el pueblo elegido por la historia para realizar una tarea necesariamente, y es su responsabilidad llevarlo a cabo, porque si no, nadie más lo hará. Los problemas surge durante la acción que lleva a ese destino, y dónde queda la responsabilidad, si es una responsabilidad global o respecto a casos particulares, si no importan los medios, si el fin justifica los medios o no. Normalmente la responsabilidad histórica no mira al pasado con pesar y crítica, sino que justifica los hechos por la consecución del destino expresado. Surge, como suele pasar, el problema de la memoria, del perdón, y de si las generaciones presentes tienen que redimir las acciones pasadas, o son cosa de la historia en las que mejor no meter mano. La culpa, la justicia, la justificación, todo ello está presente. La responsabilidad parece ser siempre por el ideal, no por las acciones. El destino marca la responsabilidad, lo demás son daños colaterales. Quiero comentar algunos casos concretos y sus problemas, para ver cómo se ve la responsabilidad más allá de la facticidad de la política presente.

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Todos los que han creido tener un destino histórico.

El destino histórico, con la responsabilidad que acarrea, escriben su forma de interpretar la historia. Pienso en tres casos, tla vez los más conocidos, aunque tal vez no sean los más adecuados. Digo esto porque ejemplos tan manidos tienen tal cantidad de apologístas y exégetas que cualquiera puede saltar con una interpretación paralela. Pero, a pesar de ello, haré mi aporte. Para empezar, la revolución americana. Los EE.UU. nacen desde una perspectiva «excepcionalista», es decir, que aquellos que forman los EE.UU. aquellos que emigraron de la perversa y corrupta europa, son los elegidos, son el pueblo elegido de Dios para crear en el Nuevo Mundo una Nueva Jerusalen. Los colonos que llegan a las trece colonias de Inglaterra desde el s. XVII son los puritanos, los protestantes que fueron expulsados por la ortodoxia y la Iglesia. Pero ellos se consideran a sí mismos los que siguen más rectamente a Dios. Este movimiento se seculariza, y bajo la influencia de personajes como Locke, o Paine, y con esa pátina teológica del derecho natural, se oponen a la absolutista Gran Bretaña como el lugar de la libertad, el lugar donde la libertad dada por Dios a través de la ley de naturaleza se realizará. Y para ello deben llevar a cabo su labor histórica independizándose de Gran Bretaña, y no sólo eso, también es su destino histórico llevar su doctrina a todo el mundo, pues son el pueblo elegido de Dios. Bueno, no es difícil comprender ahora la retórica del pueblo elegido en su justificación de… bueno, todas las guerras que han llevado a cabo. Esto es, es responsabilidad del pueblo americano, como artífice y origen de la democracia moderna, defenderla y llevarla a todos los rincones del planeta, y allí donde sus valores se vean atacados, intervenir en favor de su idea de libertad y democracia. La responsabilidad histórica se manifiesta de esa manera, como una responsabilidad meta-histórica. Realmente es a lo que tiende la responsabilidad histórica, como una responsabilidad más allá del tiempo, más allá de las acciones concretas de un gobierno, abarcando todas las acciones que atañen a unos valores, a un pueblo, a una identidad. Pasa lo mismo con otro ejemplo, en el cual no me extenderé, como es el clásico Reich de Mil Años que Hitler proclamaba. Para los nazis, era un hecho que la raza aria se alzaría por encima de los demás pueblos del mundo, inferiores a ellos. Era el destino del Reich alemán extenderse por todo el mundo, y alcanzar el estatus de mito para su pueblo. Por lo tanto, estaba bajo la responsabilidad histórica (meta-histórica) de hacer aquello que estaban destinados como pueblo a llevar a cabo: el proyecto nazi, el proyecto de Hitler. Diametralmente opuesto en sus propuestas, tanto con los americanos como con los nazis (que ya entre ellos aparentemente chocan), están los comunistas. En concreto quiero mencionar al Complejo Baader-Meinhof, también conocido como la R.A.F. (Rote Armee Fraktion), que actuó en la R.F.A, (República Federal Alemana) a finales de los sesenta y principios de los setenta. Ellos eran un grupo revolucionario que quería llevar a cabo la revolución, precisamente, en Alemania, e instaurar un régimen comunista en la Alemania ocupada por las fuerzas libres (recordemos que el resto del país, la R.D.A., estaba ocupada por fuerzas soviéticas). Los miembros del Complejo Baader-Meinhof, de manera independiente, se hicieron cargo de la responsabilidad de llevar la revolución a la R.F.A., es decir, de levantar a las masas obreras, de hacer manifiesto el espíritu de una clase por encima de la opresión burguesa. Se hicieron responsables de ello, tomaron ese compromiso, una vez más histórico, más allá de toda realidad concreta, como una responsabilidad sin barreras ni restricciones. El fin era necesario, el destino de los hombres, el socialismo, la libertad del pueblo. Cualquier acción estaba justificada para conseguirlo, y por ello, como buenos terroristas, secuestraron, mataron y dinamitaron cosas.

La responsabilidad política, en su aspecto concreto, en relación a un contexto específico, un gobierno y unas circunstancias muy delimitadas, es hasta fácil de definir. Precisamente porque se circunscribe en unos hechos que se pueden analizar desde la cercanía y con los datos presentes. Si un gobierno expolia a su población, para ésta el hecho está delante de sus narices. Buscar las responsabilidades es cosa de levantarse y actuar. Y realmente poco importa lo que diga la ley: el concepto vulgar de responsabilidad en estos casos es bastante útil. Por otro lado, la responsabilidad histórica atañe a otra dimensión de criterios y valores, que poco tienen que ver con las condiciones concretas en las que distintas acciones juzgadas desde la responsabilidad tienen que ver.

Espero que esto artículos sobre las responsabilidad política hayan sido interesantes. Por ahora no dejo la política, pero es cuestión de pasar a otros asuntos.

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Confluencia de responsabilidades

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