El Químico III

Partes I y II

– Entonces… ¿Grabará todo lo que hablemos?

– Sí… Así después podré rescucharlo y estudiarlo.

– Me parece estupendo, doctor.

– Pues comencemos. ¿Cómo se encuentra?

– Bien, como si hubiera vuelto al hogar.

– ¿Considera este lugar su «hogar?

– En cierto modo.

– ¿Una celda?

– Sí.

– …

– …

– ¿Podría explicármelo?

– ¿Quiere que me explique más? ¿No es suficiente?

– Sería instructivo que profundizara en lo que diga…

– Respóndame a una pregunta… ¿Qué hace aquí?

– Ya se lo dije. Me han mandado para hacerle un examen psicológico antes de… bueno, su «ajusticiamiento».

– No le creo. No creo que a nadie le importe mi estado antes de mi… bueno, mi… «ajusticiamiento».

– Se lo puedo pro…

– No, a usted le envían para meterse en mi, para intentar comprenderme. Le ha mandado para tratar de averiguar todo sobre mi…

– Vaya, es usted muy perspicaz… Es cierto -para qué engañarnos-, no me han enviado para lo que le he dicho. Las autoridades están… preocupadas. Su proceso fue bastante irregular. No hubo defensa, no hubo proceso propiamente dicho. Fue culpable desde el principio. No actuó durante el proceso. Y sin embargo, la acusación fue cauta, porque no todos los días se juzga a alguien por… esos asesinatos… Preocupó bastante la opinión pública. Es normal que estén inquietos. Aunque usted esté practicamente muerto, hay una extraña preocupación por su persona.

– No sé si me contenta tanta fama.

– ¿Por qué?

– Valoro mucho la intimidad. No soy amigo de la vida pública.

– Le creo… Se le describe como alguien reservado… por lo menos la poca gente que ha asumido conocerle para describirle.

– Sin duda.

– Veo que no le sorprende nada de esta situación.

– Era algo necesario.

– ¿Necesario? ¿Qué significa?

– Todo es como es, como está escrito que sea. No tengo pues porqué sorprenderme de lo que ocurra.

– Interesante… Dígame, ¿por qué «Autómata Espiritual»? Es un curioso alias. Nunca lo había escuchado antes. Y lo que más me sorprende es que no le haya sido impuesto por la prensa, sino que usted mismo se describió escuetamente así. ¿Por qué se lo puso?

– Como ha dicho, era lo que me describía.

– ¿Qué significa?

– Jé… ¿Qué le dicen las palabras «autómata» y «espiritual» por separado y juntas?

– ¿Un robot místico?

– Hágase el gracioso… ¿Conoce a Spinoza?

– Vagamente…

– Fue él quién acuñó el término, pero no tiene demasiado que ver con su definición. Para él, un autómata espiritual es aquel no que no necesita de nada externo a sí mismo para constatar la existencia de las cosas… en mi caso, he llegado al punto en que no necesito nada fuera de mi para ser de la forma que me concibo en mi interior… mi autonomía es total. Yo, que me doy a mi mismo el mundo por ver… Soy el Autómata Espiritual porque mi realidad es única y verdadera.

– Interesante… ¿Y cómo llegó a ese estado de… «superación» de todo lo externo… a usted mismo, como dice? ¿Meditación zen?

– Yo soy el contrario de Buda.

– …

– Salga a la calle, observe, mire a los hombres, pero no superficialmente, sino dentro de ellos, dentro de su ser, y verá la mayor de las falsedades, invento del hombre… la… «humanidad»…

– ¿Se refiere a todo aquello que nos hace humanos en general?

– Exacto… mire a las personas que le rodean… su «humanidad» es un invento de su egoismo y ambición… la humanidad es una máscara… quítesela a cualquiera y obtendrá algo que no es ni animal. La Humanidad es el constructo de unos seres inadaptados, ejercicios de supervivencia. Un animal es más sincero en su crueldad que un hombre siendo «humano». Menos que bestias… inmundos mentirosos…

– Habla como si usted no fuera uno de esas bestias. Creo que usted pertenece al género humano… participa de la misma inmundicia…

– No. Hace tiempo que me desvinculé de la humanidad y la barbarie que es en lo que en realidad consiste.

– Entonces, si tampoco es un animal -porque el hombre no llega a ni animal, según sus palabras-, ¿se considera una especie de dios o similar?

-No tanto… tal vez sea algo más allá de la persona, he interiorizado mi máscara, la he asumido. He comprendido el sinsentido del mundo, y del hombre, y me he visto en la nada que ha sido creada por la mente… y lo he superado… He roto las barreras y ahora me muestro tal y como existo…

– Es bastante arrogante por su parte, creo yo… no es ni un hombre ni un animal, pero tampoco un dios… sino algo completamente distinto…

– Más o menos…

– ¿Sonrie? Vaya… Bueno, ¿y qué le llevó a ese estado de superación de… «la máscara?

– Quise escuchar las sirenas, y en realidad me descubrí ante ellas… pero fui sabio, y como Ulises me amarré al mástil del barco, y escuché a las sirenas… vi lo oculto detrás del canto, la fealdad de lo de atrás, la maldad… todo aquello que oculta el hombre con su bella máscara… me dejé llevar por los caminos del hombre, para comprobar si era cierto que tan malvado era… y me dio asco… por eso huí de ellos, y busqué dentro de mi la razón para ser… me encontré después, un hombre gritando en silencio… libre, puro… ajeno y centrado…

– Vaya, ciertamente es muy… poético… Creo que esos pensamientos… ese… «nuevo camino», es más egoista que la máscara de la habla… la de los hombres. Además, como le he dicho, es muy sugerente, pero eso no justifica de ninguna manera los asesinatos que cometió.

– Por supuesto que no, por lo menos en su mundo… mis razones están completamente justificadas en mi existencia y mi entendimiento.

– Para usted, son entonces, siete caprichos, siete asesinatos si posibilidad de defensa, porque «la humanidad le da asco»… ¿No cree que eso es una excusa muy pobre? Según lo que dice, yo ahora mismo llevo una máscara, ¿intentará matarme? ¿Lo haría si pudiera? Estoy deseando que me diga porqué lo hizo, aunque no lo entienda. Y porqué siete, ¿alguna especie de número divino, cabalístico?

– No se confunda. Digamos que se pueden clasifica como siete capítulos morales…

– ¿Morales? ¿Habla de moralidad cuando reniega de toda creación humana en tanto que humanidad? ¿Se cree una especie de justiciero «enviado»? ¿Tiene algo que ver con los siete pecados capit…

– ¡No se precipite, doctor! Está perdiendo la calma… No voy a llamarme justiciero, ni tiene nada que ver con los siete pecados capitales… a día de hoy estos se han quedado obsoletos… ya no se consideran «pecados», en realidad, ahora forman parte de la cultura como algo propio y necesario… No. Los «capítulos» de los que le hablo se refieren a la mentira de la máscara de esa humanidad. Una humanidad que se obceca en instaurar un «deber ser» como «ser», cuando todo eso es mentira… Yo elimino el «deber ser» y muestro el «ser»…

– Continúe…

3 pensamientos en “El Químico III

  1. Pingback: El Químico IV « El Diablo está en los Detalles

  2. Pingback: El Químico VI « El Diablo está en los Detalles

  3. Pingback: El Químico VII (y final) « El Diablo está en los Detalles

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s